La revolución de los hombres feministas

Paternidades positivas, paternidades que transforman

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JORNADAS “PATERNIDADES QUE TRANSFORMAN. HOMBRES, MUJERES, CRIANZA, TRABAJO Y PODER: CONSTRUYENDO IDENTIDADES PARA NUEVOS PACTOS”.

Una de las principales características de nuestra sociedad es la voluntad mayoritaria de lograr mayores espacios de igualdad entre mujeres y hombres, como una señal inequívoca de desarrollo humano. En los últimos años se han producido grandes avances en este terreno, sobre todo en lo que a la incorporación de las mujeres al espacio público y profesional se refiere.

Por el contrario, la incorporación de los hombres al ámbito doméstico y a los trabajos reproductivos y de cuidados no ha ido en paralelo, lo que significa, que los padres a día de hoy no estamos presentes en la misma medida que las mujeres en la crianza de las hijas e hijos y no asumimos de forma equitativa su participación en los cuidados.

Aproximadamente el 80% de los hombres serán padres biológicos en algún momento de sus vidas y prácticamente todos los hombres tienen algún tipo de interacción con niños y niñas, ya sea como familiares, maestros, entrenadores o simplemente como miembros de la comunidad. Sean padres biológicos, padrastros, padres adoptivos o tutores; sean hermanos, tíos o abuelos; sean parte de una relación de pareja del mismo sexo o del sexo opuesto; y vivan o no con sus hijos, la participación de los hombres en el cuidado diario de otros tiene una influencia duradera en las vidas de las niñas, los niños, las mujeres y los hombres, así como un impacto permanente en el mundo que los rodea.

El 16 de junio de 2015 se produjo un hito histórico con la presentación por primera vez en la Sede de Naciones Unidas en Nueva York el informe del Estado de los Padres en el Mundo. Este informe reúne hallazgos clave de investigaciones internacionales y ejemplos de políticas y programas relacionados con la participación de los hombres en el cuidado de los hijos e hijas;; en la violencia y su prevención; y en el desarrollo infantil, entre otros.

En las recomendaciones de este informe, se estableció que “para lograr una plena igualdad de género y el máximo bienestar de los niños y niñas debemos trascender las definiciones rígidas y restrictivas sobre la paternidad y la maternidad y cambiar el rumbo hacia lo que más necesitan los menores para crecer.

No se trata solamente de alentar a los hombres a que sean afectuosos con sus hijos e hijas y a que los cuiden. Es cuestión de justicia social y económica”.

Son hechos constatados, que la paternidad positiva es un factor de salud, que contribuye a que las hijas y los hijos crezcan más sanos; contribuye al empoderamiento de las mujeres, facilitando que las mujeres y las niñas alcancen su máximo potencial. La paternidad presente y con apego, incide directamente en la disminución de la violencia contra las mujeres, produce beneficios económicos globales y hace a los hombres más felices, justos y sanos.

Para conocer el Estado de la Paternidad en Euskadi y la implicación de los hombres vascos en la crianza, desde la Dirección de Política Familiar y comunitaria, pusimos en marcha una investigación, cuyos resultados vamos a presentar en próximo 17 de marzo en Bilbao. Como el interés en el tema de la paternidad positiva está latente en nuestra sociedad, la investigación ha ido creciendo y hemos organizado unas Jornadas pioneras sobre “Paternidades que transforman. Hombres, mujeres, crianza, trabajo y poder: Construyendo identidades para nuevos pactos”, promovidas y lideradas también por el Gobierno Vasco, y que tendrán lugar los días 17, 18 y 19 de marzo en Bilbao, Donosti y Vitoria-Gasteiz.

Estamos ante un momento histórico que abre la posibilidad de consolidar el cambio de paradigma en lo que a la construcción de las identidades de los hombre se refiere. La paternidad vivida de una forma consciente y comprometida, conmueve y transforma a quien la ejerce. Pero también tiene la capacidad de transformar su entorno. y es una de las más potentes herramientas mas potentes con las que contamos para hacer posible ese cambio.

Queremos invitaros a participar de este proceso que hemos iniciado y en el que todas y todos tenemos mucho que aportar y que aprender.